Aquí les va.
ENSOÑACIÓN.
Una montaña al verte
Entre ríos y mares
De verde y escarlata
De agua y fuego.
Una montaña
De aroma sexual
Y carne sexual
Y juegos sexuales
Una montaña sexual.
Sexo y amor
Combinación atómica
En una explosión sin fin.
¡Sigue!, ¡Ha!, ¡Sigue!
Y yo solo soy
Algo que será
En tu pasado sexual.
Y el amor
A la mierda.
Una montaña al verte
Entre ríos y mares
De verde y escarlata
De agua y fuego.
Una montaña
De aroma sexual
Y carne sexual
Y juegos sexuales
Una montaña sexual.
Sexo y amor
Combinación atómica
En una explosión sin fin.
¡Sigue!, ¡Ha!, ¡Sigue!
Y yo solo soy
Algo que será
En tu pasado sexual.
Y el amor
A la mierda.
MEMORIA
No ves
No ves
¡Aquí¡
¡Justo aquí¡
Mi sangre fluye
De tu piel húmeda de lágrimas.
AMOR ETÍLICO
Cenicienta de alcohol
Amante de copas y humo
En noches elegidas.
Cariño embriagado
Y caricias de aliento de trasnoche,
Abrazos para descansar
Después de la fusión de nuestros,
Gritos
De nuestras bocas
De nuestros sexos
De nuestra piel.
Cenicienta de alcohol
Tu amor en grado Zumo
Para mí,
Solo en alcohol.
No ves
No ves
¡Aquí¡
¡Justo aquí¡
Mi sangre fluye
De tu piel húmeda de lágrimas.
AMOR ETÍLICO
Cenicienta de alcohol
Amante de copas y humo
En noches elegidas.
Cariño embriagado
Y caricias de aliento de trasnoche,
Abrazos para descansar
Después de la fusión de nuestros,
Gritos
De nuestras bocas
De nuestros sexos
De nuestra piel.
Cenicienta de alcohol
Tu amor en grado Zumo
Para mí,
Solo en alcohol.
"UN DIA"
CRONICAS DE GONZALO ASTORGA.
GONZALO ASTORGA.
HACE MUCHO, MUCHO TIEMPO…
Un día cualquiera
Caminando por la pradera
Distingo a lo lejos
En las faldas de las colinas
Una pequeña silueta.
Luego de un breve tiempo solo esta a unos cuantos metros
Y,
A la lejanía,
Observo a una joven de delicada figura,
Montando un gracioso caballo.
Este, adornado con riendas de colores brillantes
Y con arneses de oro y plata.
La montura alta, le entregaba al jinete
Un aire orgulloso y magnánimo.
Ella bajó de un salto ágil
Y se detuvo a mirarme.
-¿Cómo te llamas? –Preguntó-.
-Porque la pregunta, ¿me pregunto yo?,
¡¿Quién eres tú, que llegas a la manera de sueños y fantasías a invadir sin permiso mis propios sueños?!-.
...Calló,
Y su silencio fue interminable e incomodo.
Me miro, orgullosa,
Pero en su corazón se sentía perdida.
¿En que tiempos vivía y cual era su “esperanza” para los tiempos venideros?.
Con arrogancia llego a mí lado,
Me deslumbro,
La ame unos instantes.
A ella la invadieron
Unos extraños sueños…
CRONICAS DE GONZALO ASTORGA.
GONZALO ASTORGA.
HACE MUCHO, MUCHO TIEMPO…
Un día cualquiera
Caminando por la pradera
Distingo a lo lejos
En las faldas de las colinas
Una pequeña silueta.
Luego de un breve tiempo solo esta a unos cuantos metros
Y,
A la lejanía,
Observo a una joven de delicada figura,
Montando un gracioso caballo.
Este, adornado con riendas de colores brillantes
Y con arneses de oro y plata.
La montura alta, le entregaba al jinete
Un aire orgulloso y magnánimo.
Ella bajó de un salto ágil
Y se detuvo a mirarme.
-¿Cómo te llamas? –Preguntó-.
-Porque la pregunta, ¿me pregunto yo?,
¡¿Quién eres tú, que llegas a la manera de sueños y fantasías a invadir sin permiso mis propios sueños?!-.
...Calló,
Y su silencio fue interminable e incomodo.
Me miro, orgullosa,
Pero en su corazón se sentía perdida.
¿En que tiempos vivía y cual era su “esperanza” para los tiempos venideros?.
Con arrogancia llego a mí lado,
Me deslumbro,
La ame unos instantes.
A ella la invadieron
Unos extraños sueños…
…que mas da…
El silencio asfixia y pregunte.
-¿Quieres venir conmigo?,
Tal vez pueda reconfortar tu corazón cansado.
Podría Soñar Sueños de Amor y Fantasías
Y regalártelos envueltos en terciopelos
Decorados con flores frescas de nomeolvides del jardín.
¡¿Aceptas?!...
Ella,
Calló nuevamente,
Mi propuesta
Tal vez le pareció osada y presuntuosa.
Me miro con cariño y aprecio,
Mis palabras la regocijaban y le devolvían las fuerzas al corazón.
Pero mis argumentos eran sinceros y apasionados;
Quería y deseaba que viniera conmigo…
A ciudades lejanas y reinos olvidados.
Seria Princesa o tal vez Reina
Y le regalaría
Joyas, ropas, flores, peluches, y cosas
Y le ofrecería Felicidad…
Su rostro de piel lisa y blanca,
Nariz delicada
Y labios finos;
De mirada profunda enclavada en un océano verde castaño.
Su pelo largo y voluminoso le caía graciosamente en su espalda
En suaves ondulaciones, adornado con flores y una corona de hojas frescas de muerdago
…En la frente un fina corona de plata…
-A veces uno sabe lo que tiene que hacer, -dijo-
Sabes cual es el camino adecuado
El camino que debes seguir,
Pero el corazón es ciego y debo partir
Pero siempre te que…
Me tape los oídos,
No quería escuchar esas palabras de una boca tan dulce,
¡Su hechizo seria mortal!.
Subió a su caballo,
Dio media vuelta y partió.
Nunca más la vi.
Y yo,
Seguí en profundas cavilaciones,
En sueños y fantasías de ciudades lejanas
Y reinos ya olvidados.
El silencio asfixia y pregunte.
-¿Quieres venir conmigo?,
Tal vez pueda reconfortar tu corazón cansado.
Podría Soñar Sueños de Amor y Fantasías
Y regalártelos envueltos en terciopelos
Decorados con flores frescas de nomeolvides del jardín.
¡¿Aceptas?!...
Ella,
Calló nuevamente,
Mi propuesta
Tal vez le pareció osada y presuntuosa.
Me miro con cariño y aprecio,
Mis palabras la regocijaban y le devolvían las fuerzas al corazón.
Pero mis argumentos eran sinceros y apasionados;
Quería y deseaba que viniera conmigo…
A ciudades lejanas y reinos olvidados.
Seria Princesa o tal vez Reina
Y le regalaría
Joyas, ropas, flores, peluches, y cosas
Y le ofrecería Felicidad…
Su rostro de piel lisa y blanca,
Nariz delicada
Y labios finos;
De mirada profunda enclavada en un océano verde castaño.
Su pelo largo y voluminoso le caía graciosamente en su espalda
En suaves ondulaciones, adornado con flores y una corona de hojas frescas de muerdago
…En la frente un fina corona de plata…
-A veces uno sabe lo que tiene que hacer, -dijo-
Sabes cual es el camino adecuado
El camino que debes seguir,
Pero el corazón es ciego y debo partir
Pero siempre te que…
Me tape los oídos,
No quería escuchar esas palabras de una boca tan dulce,
¡Su hechizo seria mortal!.
Subió a su caballo,
Dio media vuelta y partió.
Nunca más la vi.
Y yo,
Seguí en profundas cavilaciones,
En sueños y fantasías de ciudades lejanas
Y reinos ya olvidados.
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